Inocuidad se define como la propiedad de no hacer daño que puede tener alguna cosa.
En el caso de los alimentos, podemos decir que es inocuo cuando es seguro para ser consumido sin que afecte nuestra salud. Un estricto control, desde la producción de los alimentos hasta que llegue a ser consumido por el usuario final, garantiza que lo que comemos es seguro.
Nosotros, los consumidores, podemos aplicar medidas de control para alimentarnos de manera más segura, que no es tan solo lo que comemos (una alimentación balanceada) sino cómo lo preparamos y la forma en que lo comemos (alimentos seguros o inocuos).
Al ir de compras, observe bien las etiquetas, lea la procedencia del alimento, observe su presentación y condición del envase o empaque. Es muy importante prestar atención a las condiciones de almacenamiento de ciertos productos, como temperatura, tiempo transcurrido desde su fabricación o recolección, tipo de productos que comparten un mismo espacio, así como la fecha de caducidad de los mismos.
A veces es difícil obtener productos frescos y de buena calidad, sin embargo usted debe garantizar que al prepararlos continúen siendo seguros.
Hay cinco claves que recomienda la OMS para preparar alimentos seguros:
1. Mantenga la limpieza.
2. Separe los alimentos crudos de los cocinados.
3. Cocínelos completamente.
4. Mantenga los alimentos a temperaturas seguras.
5. Use agua y materias primas seguras.
Come-Come
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El Mercado Higuey
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